jueves, 10 de octubre de 2013

Concupiscencia de amor



¿Es necesario amar para poder  vivir? ¿Cómo influye en la sociedad? ¿Es una fuerza sobrenatural?

A tales preguntas se responde que efectivamente nadie en este mundo puede vivir sin amar. Si ignoramos la existencia de tan maravilloso sentimiento vivir carecería de sentido, es que el amor realmente es la fuerza que mueve al mundo. Triunfaremos en la vida solo si somos capaces de ponerle concupiscencia de amor a todo lo que realicemos o queramos. 

Aunque parezca una utopía, imagina por momentos el mas puro y simple hecho de hacerle honor a la filantropía, amando como nos lo pide Dios ¨al prójimo como a nosotros mismos¨, cambiaríamos radicalmente a la sociedad. Amando a nuestra familia y demás seres queridos, amando nuestra profesión y todo lo que hacemos día a adía... ¿suena esplendido verdad?
Pero para que todo esto suceda, debemos amarnos primero a nosotros mismos. Es que si no nos amamos no pudiésemos amar a los demás, no podemos dar lo que no tenemos.

¿Y qué sucede cuando llega ese ser especial?
Cuando nos llega esa ¨media naranja¨, el futuro se nos pone de cabeza, pues esa persona nos provoca sonrisas, suspiros y deseos, nos cambia los planes, nos acostumbra a su mirar y hasta a su respirar, es ahí cuando nos damos cuenta que estamos enamorados, ya que surgen sentimientos y deseos desenfrenados.

¡Vaya que somos idiotas cuando nos enamoramos!... Es que cuando nos llega ese ser digno de nuestro amor, respeto y admiración a máximos niveles, podemos dar fe de que estamos en una concupiscencia de amor.

Se nos desarrollan cualidades que nunca antes imaginamos poseer, nos volvemos poetas, cantantes, escritores… y aquí estoy como ejemplo vivido.

Cuan fascinante es amar, amar de verdad, sin mentiras, sin clandestinidad, sin frenos. Amar con todo el sentido de la palabra, simplemente… AMAR.

Y no es que haya cometido muletilla en el párrafo anterior es que simplemente quiero que te quede muy claro que AMAR es indispensable. 

¡AMA!, atrévete a que te llamen loco por sonreír solo pero con maravillosos motivos, atrévete a manifestar la espléndida concupiscencia de amor.

jueves, 3 de octubre de 2013

Tiempo, amigo multifacético


Este amigo es Doctor, Juez, constructor, psicólogo, cruel... En una palabras; multifacético.  Es que nos puede cambiar la vida en solo segundos.

 Tiene el poder de hacernos madurar, nos cicatriza heridas, nos hace cambiar de opinión y va definiendo el concepto que tengamos de cualquier persona.

Es tan exacto que solo un ser más perfecto que él, puede hacer buen uso del mismo y ese es Dios, por ende decimos que ¨EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO¨.

Dios dándole buen uso al tiempo, nos va poniendo personas que no precisamente por azar entran en nuestras vidas. Dios gracias al tiempo, usa nuestras vidas como piezas de ajedrez, quitando y colocando lo que nos conviene o no.

Darle tiempo al tiempo, es precisamente dejar que el haga mejor el trabajo de lo que nosotros lo podamos hacer, aunque les confieso que más de una vez he querido robarle tiempo al tiempo, para volver a vivir momentos maravillosos, para no dejar ir a los seres que más amo, para reparar errores, para ser perfecta .

Filosofando acerca del tiempo llego a concluir que si tuviésemos dominio del mismo, entonces este perdería su esencia y dejaría de realizar su tan perfecto trabajo.

El tiempo Puede parecer traicionero pues también nos hace malas jugadas que al final es lo mejor para nosotros.

TIEMPO, TIEMPO, TIEMPO…  ese condenado que se nos va sin darnos cuenta y no regresa. Pasa, cumple su rol y sigue.

Es tan contradictorio que por ejemplo:  hoy le puedes decir SÍ a quien te dijo NO y mañana  quien te dijo NO, te dirá SÍ,  lo más probable es que tú le digas… YA NO! 

Por eso, debemos vivir el ¨aquí¨ y el ¨ahora¨. Quizás a quien le negamos hoy un beso, mañana ya no está para dárselo.

Mientras más transcurre el tiempo, más rápido tenemos que cerrar ciclos, quemar etapas y aceptar circunstancias, pues es ley de la vida.

Nuestro perfecto amigo jamás da vuelta hacia atrás por eso, vive intensamente cada minuto de tu vida como si fuese el primero. Sí, el primero porque si lo haces como si fuese el último puede que no lo disfrutes del todo.

Valora y ama a quienes estén hoy en tu vida.

Vive día a día como si estuvieses estrenando tu vida en la tierra. El tiempo es hoy, es ahora… mañana ya es tarde. ¡VAAAMOSSSSSS… VIIIIIVEEEEE!