Muchas veces hemos escuchado que
nuestras acciones nos definen, que las mismas hablan por sí solas y bla, bla,
bla!... Eso es correcto, para que los demás tengan una definición de notros no
es necesario abrir la boca, basta con un par de acciones.
Como buenos humanos que somos, líderes
en errar y campeones en justificar, criticamos a los demás sin siquiera
mirarnos al espejo unos segundos.
A veces no somos los indicados
para señalar o reclamar actitudes, pero sin embargo lo hacemos.
Día tras día no solo nos
enfrentamos a nuestros comportamientos, sino
también a unos ajenos a nosotros. La diferencia entre ambos es que, los
nuestros no los vemos mal o simplemente pasan por desapercibidos, mientras que
a los ajenos le buscamos mil y un defectos.
No obstante, tenemos la gallardía
de reclamarle a los otros acciones que también hemos realizados… ¡que bárbaro!
A veces cometemos errores gracias
a esas acciones, entonces por afecto y/o cariño queremos alertar a los otros
para que no cometan el mismo error.
Vale destacar que al hacer eso, cometemos
nuevos errores como lo son: El creer a ciegas que los otros aprenderán de nuestros
errores sin haberlos vivido, el reclamar, señalar y juzgar, creyendo que así
nos harán caso, obviando que nosotros pasamos por las mismas circunstancias, de
paso nos creemos perfectos y nos
portamos intolerantes.
Somos como ese padre adicto al
cigarrillo que reprende al hijo porque este también fuma.
¿CON QUE MORALLLLLLLL?... ¡por
Dios!
Con que moral juzgamos si somos iguales
o peor de imperfectos, definitivamente es la intolerancia y ausencia de cultura
lo que va a terminar con nuestras vidas.
No podemos exigir aquello que no
tenemos o no sabemos dar. ¿Cómo se nos ocurre pedir amor, si ni siquiera
sabemos amar?
Definitivamente, no podemos pedir
lo que no poseemos, no podemos exigir el cumplimiento de normas que nosotros “literalmente”
pisoteamos.
Debemos tomar conciencia y auto-exigirnos
el doble de lo que vayamos a exigir a otros.
Trabajar arduamente en nosotros
para así ser un verdadero modelo a
seguir, de eso se trata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario