¿Es necesario amar para poder vivir? ¿Cómo influye en la sociedad? ¿Es una fuerza
sobrenatural?
A tales preguntas se responde que efectivamente
nadie en este mundo puede vivir sin amar. Si ignoramos la existencia de tan
maravilloso sentimiento vivir carecería de sentido, es que el amor realmente es
la fuerza que mueve al mundo. Triunfaremos en la vida solo si somos capaces de
ponerle concupiscencia de amor a todo lo que realicemos o queramos.
Aunque parezca una utopía, imagina por momentos el mas puro y simple hecho de hacerle honor a la filantropía, amando como nos
lo pide Dios ¨al prójimo como a nosotros mismos¨, cambiaríamos radicalmente a
la sociedad. Amando a nuestra familia y demás seres queridos, amando nuestra profesión
y todo lo que hacemos día a adía... ¿suena esplendido verdad?
Pero para que todo esto suceda, debemos amarnos
primero a nosotros mismos. Es que si no nos amamos no pudiésemos amar a los demás,
no podemos dar lo que no tenemos.
¿Y qué sucede cuando llega ese ser especial?
Cuando nos llega esa ¨media naranja¨, el futuro
se nos pone de cabeza, pues esa persona nos provoca sonrisas, suspiros y
deseos, nos cambia los planes, nos acostumbra a su mirar y hasta a su respirar,
es ahí cuando nos damos cuenta que estamos enamorados, ya que surgen
sentimientos y deseos desenfrenados.
¡Vaya que somos idiotas cuando nos enamoramos!...
Es que cuando nos llega ese ser digno de nuestro amor, respeto y admiración a máximos
niveles, podemos dar fe de que estamos en una concupiscencia de amor.
Se nos
desarrollan cualidades que nunca antes imaginamos poseer, nos volvemos poetas,
cantantes, escritores… y aquí estoy como ejemplo vivido.
Cuan fascinante
es amar, amar de verdad, sin mentiras, sin clandestinidad, sin frenos. Amar con
todo el sentido de la palabra, simplemente… AMAR.
Y no es que
haya cometido muletilla en el párrafo anterior es que simplemente quiero que te
quede muy claro que AMAR es indispensable.
¡AMA!, atrévete
a que te llamen loco por sonreír solo pero con maravillosos motivos, atrévete a
manifestar la espléndida concupiscencia de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario